Angélica Rochon
"Sus ojos ríen y piensan,el arte es una aventura,travesura,algo que agita el alma en Angélica Rochon,excelente dibujante llena de expresión y contenido;no es una artista improvisada dado sus completos estudios académicos y la perseverancia en la acción plástica a través del tiempo. Sus recientes trabajos posteriores a su época defiguración,mantienen la fuerza dibujística de siempre.
Sus geometrías disciplinan el espacio y construyen con dinámica el plano.Los signos simbólicos van plasmando las imágenes propias del Sur de América como la greca y el cuadrado de formas cerradas del altiplano y por otro lado su pasión vital la lleva a lo circular y abierto, característico del arte de los trópicos,
pasando la línea ecuatorial.En los cuadros que representan el Sur de América,los colores son más sensibles y tonales,diferenciándose de los tonos violentos del trópico.Su vida transcurre por una hermosa experiencia con las dudas lógicas de un artista que se interroga.La lucha con el arte irá definiendo sus realidades últimas con la esperanza de reconocer a través de ellas,su alma.Debe considerarse su obra un magnífico hecho artístico que da validez a sus trabajos que manifiestan su talento y su amor por la pintura."
Profesor
Naum Goijman
Facultad de Bellas Artes
Universidad Nacional de La Plata
Buenos Aires, 1996
"La obra esta referida a una inspiración sobre nuestras culturas precolombinas.Angélica Rochon pretende con la serie "El Oro de América", en sus visitas a Ecuador y Colombia,exteriorizar el impacto que le produjeron esas culturas que fueron descubiertas en América pero que en Europa ya se conocían a través de las expediciones arqueológicas y de las investigaciones que han hecho grandes equipos de alemanes, japoneses,norteamericanos y franceses, pero que son desconocidas en la misma América.
Primeramente por las distancias que nos separan y luego por lo difícil que es poder encarar en forma sistemática y científica un conocimiento arqueológico de nuestras culturas precolombinas.
América ha tenido un desarrollo cultural digno de investigarse y de estudiarse y que recién ahora gracias a que se está dando a conocer y que los artistas están viajando se pueden inspirar al respecto. Angélica se ha aislado para trabajar.Por suerte vive en el interior del país y no está tan contaminada del lenguaje europeizante. Pudo ver y hacer una fusión de ambos lenguajes.
Trabajó con imágenes de la realidad exterior y tuvo un periodo con imágenes interiores, y después sobre la cuestión visceral de imágenes internas y con la búsqueda de su propio origen pudo rescatar un lenguaje con el que se identifica. En la obra aparece el aspecto literal, el aspecto de Rembrandt en cuanto a lo barroco que tiene el colonial americano.Tiene también un carácter expresionista muy fuerte.Ha hecho una fusión de lenguajes".
Rosa Faccaro
Crítica de Arte
Buenos Aires,8 de abril de 1998
"Alfarería argentina"
El interés por las culturas precolombinas es una constante en la obra de Angélica Rochon,una artista nacida en Buenos Aires, formada en La Plata y radicada desde hace un tiempo atrás en Venado Tuerto,Pcia de Santa Fe.Lo testimonia su muestra itinerante "Hermanando Pueblos",que en el año 1997 presentó en distintas ciudades de Ecuador y Colombia,o,más contemporáneamente,su exposición "El Oro de América"que pudo ser vista en Argentina, Colombia,Panamá y Méjico y que consiste en una serie de acrílicos sobre tela y collage constituidos en síntesis de una larga investigación sobre el oro en las diferentes culturas de Latinoamérica.La artista vuelve hoy la mirada de las expresiones que se registraron en el actual territorio argentino.Se sabe que sin llegar al esplendor de las civilizaciones maya,azteca o inca,los restos arqueológicos hallado en Santamaría,Condorhuasi o La Ciénaga demostraron la existencia de culturas con un alto grado de evolución.Sus miembros conocían el tratamiento de los metales y elaboraban piezas de alfarería decoradas alternativamente con pictografías o motivos incisos,todos de gran refinamiento.Atraída por esa tradición y en un deseo de rendir tributo a la arqueología argentina,Angélica Rochon elaboró una serie de técnicas mixtas sobre madera inspiradas en esos motivos.Son piezas casi escultóricas,que reproducen las características de los materiales hasta obtener volúmenes que se ajustan a las texturas de los objetos y la naturaleza de la representación.Agrupados en la muestra que presenta hoy en Artelite y que llamó sencillamente "Alfarería Argentina",estos cuadros con formas de gran pureza remiten a una escritura plástica que recrea las piezas originales,consolidada por las gamas bajas de una paleta que se apropia de los colores de la tierra para subrayar su resignificación de ese mundo remoto pero subyacente, donde tiempo y espacio se transfiguran para constituir la verdadera identidad latinoamericana.
Diana Castelar
Crítica de Arte
Buenos Aires,Septiembre de 2001
.."Lo que queda en tiempo de Blues",invita al espectador a participar y vivenciar el estado de ánimo que esta pintura narrativa implica,relacionando su mensaje a su propia experiencia,donde los rojos y los azules son saturados con inferencia y connotación.Emoción y sentimiento intenso con fuerza imponente desde su composición de un modo perturbador y completamente atemorizante.Existe tambien un sentido pseudo alegórico acerca de este doble retrato de dos personalidades que es manejado en un atractico y cautivante surrealismo como así también de un modo representativo y verdadero.
Dorothy Roatz Myers
NYC Galleries Exhibitions
New York, USA, Agosto de 2002
"Venado Tuerto...Argentina...Mujer"
Otra vez,Angélica Rochon vuelve a sorprendernos con su polifacética creatividad intrínseca:siempre la misma,siempre distinta.Despues de aproximarnos a la serenidad telúrica autóctona con sus pinturas basadas en cerámicas indígenas, en tejidos aborigenes, en áureas piezas precolombinas, nos acercó a aquellos enormes rostros femeninos hieráticos,egipcianos, rodeados e inluso invadidos por inscripciones espontáneas,
confesionales, a veces esotéricas.Y ahora en otra vuelta de tuerca jamesiana nos enfrenta en forma contundente con la realidad actual,cotidiana, lacerante...Y los rostros impasibles adoptan rictus angustiosos,y las facciones tristemente melancólicas adquieren tintes de trágica sobriedad, y la carne muestra heridas suturadas sólo a medias,y los labios insinuados bajo el agua ensayan destrozar las costuras que lo sellan, y los cuerpos exhiben las mutilaciones a las que han sido sometidos....Y, en un lúcido gesto, Angélica Rochon traspasa las heridas de la carne a los propios simbolos: la bandera tambien ha sido desgarrada, ha sido lastimada,y por sus heridas pugna por asomar la Patria avasallada, como tambien en otra tela asoma esa misma bandera por encima de la inundación,no sólo acuosa sino también corruptiva,que procura ahogarnos inexorablemente.Y entonces resurge la imagen de la mujer,que se impone sobre las múltiples caras del deterioro moral,que la artista transforma en caretas con reminiscencias de las dramáticas máscaras de Gutierrez Solana,de la mujer que se asoma al mar que trajo a parte de nuestros ancestros,con salobres aguas pobladas de míticas y seductoras sirenas,de plateados peces,de dorados sueños,cuya marea parece revertir ahora el sentido de su oleaje...Pero la mujer rochoniana cura sus heridas parcialmente suturadas aún a costa de desgarrar la propia carne en el intento: quiere cicatrizarlas pero sin hilos que la ayuden... Quiere volver a ser íntegra,pero sin cirugías paliativas, sin injertos compensatorios... Quiere salir de la chatura del plano y corporizarse volumetricamente,ocupando su lugar en el espacio... Quiere regresar a su esencia reconstituida,renovada,completa, inmarcecible... y lo va a lograr
Pablo Miquet
(poeta y ceramista)
Venado Tuerto,19 de Diciembre de 2002
El Oro de América
Rojo,negro y oro,luces profundas.Los colores del poder y de la guerra,que Angélica Rochon emplea en esta serie referenciada en un pasado casi insondable y un presente latente.Oro
deslumbrante,sangre del sol y reflejo de su potencia y gloria,quimera para los conquistadores insaciables,perdición para los viejos americanos.Rojo profundo,imperial,el de la sangre que selló el pacto con los dioses en lo alto de las pirámides desde Tenochtitlán al reino de Chimor.Negro,abismo donde un universo se precipitaría en su propia noche,arrastrando a otros,señando un sino profundo de desencuentros.La obra de Rochon nace en aquellas piezas que testimonian un mundo perdido,pero no
quedan en la anécdota,se extienden,toman vuelo y sumergen al observador en brillos mortecinos,tramas sutiles,agónicos reflejos.
Rochon evita el discurso indigenista para sacar del pasado americano lo mejor de su potencia,de su creatividad.
Entenderlo es difícil porque la mirada debe admitir que el oro de América no sólo es curiosidad o reclamo,es un mundo de sueños y leyendas,de dioses y de hombres,de duelo y de sangre,ajeno y cercano,es la sangre de los dioses y la perdición de los hombres.
Mostrar "El Oro de América" es no solo un conjunto de buenas obras,es también traer a Santa Fe a Rochon,una artista con lenguaje propio atesorado y elaborado en nuestro sur pletórico de potencialidades y talentos,otro retazo de la América sorprendente.
Arq.Marcelo Olmos
Director Museo Provincial de Bellas Artes
"Rosa Galisteo de Rodríguez"
Santa fe,Octubre de 2005
"Naturaleza &Percepciones"
AURORA FLORAL
El silencio abierto de los signos en la obra plástica de Angélica Rochon.
“Si la obra de arte es bella, lo será en cuanto imita a la Naturaleza, pero, a su vez, en la medida en que la Naturaleza imita a las ideas”.Platón.
De bastidores de madera y ordenadores de silicio florecen sueños eléctricos, corolas de luna y savia, donde transcurre la botánica acogedora de una propuesta más allá de la impronta personal.
Naturaleza y percepción, pinturas y video instalación de Angélica Rochon, consustancial a lo humano y lo genérico, reclama a los tratados de armonía los límites de la perfección. Nos ofrece, en su vegetal cartografía, un brindis de contemplación para la toma de conciencia.
Con una fuerte conexión al paisaje macroscópico, Naturaleza y percepción se ordena mensurablemente en el reino de las nebulosas. Lo evidente expositivo, aislando el detalle y desprovisto el parámetro, muestra el contraste de lo frondoso en una renovada experiencia sensorial.
La gradación cromática registra estados psicográficos de exploraciones tridimensionales; elemento de dominio que, aunado a la ambientación virtual de la sala, se instala como respuesta a muchas de nuestras insolubles interrogantes, invitándonos a ir hacia adentro, desautomatizándonos la sensibilidad.
En la claroscura santidad de los aromas, las flores recuperan el lenguaje y se reinscriben a la poesía concreta, sus nominaciones son como mariposas cifradas al calce: iridiscencias de un ámbito posible en el silencio abierto de los signos.
Destellando en las sombras, como se acaricia un vino de rosas en la copa de la canícula, el violeta guarda la armonía con todos las distantes bellezas de su especie. Crea una estructura pictogramática para el asombro, la consecución y el descubrimiento.
Desde la sónica levitación de la libélula, los cálidos líquidos del pincel instalan su polen astral, y la inundación de la floresta toma la lluvia del universo en el turquesa pálido: digna sofocación diamantina al fondo del río, donde el espectador acomoda su umbral a los registros de la autora.
Lo que se percibe en la muestra habla con naturaleza precisa. Su reinterpretación inventiva es senda en la narración de lo expuesto, marea reflexiva en el lago de lo estático. Tecnología etérea que brinda a los sentidos la justa desproporción de un imaginario documentado.
Vamos de la fértil propagación de la consola, al leve murmullo de los pinares; de la vibración personalizada, a la remodelación del instinto colectivo. Avanzamos de hacer raíz en la mirado, hacia el febril herbarium de todas las cósmicas florestas.
Si los múltiples mitos primigenios coincidieran en un análisis genético, testificarían lo que en carne propia ya todos sabemos: que las bondades agrestes de lo terrígeno es paraje propicio para las fieras o los Dioses.
La pintora Angélica Rochon nos invita a esta video instalación plástica, para relacionarnos con el sino de nuestra propia naturaleza: amanecer diáfano, hoz del ocaso, semisombras coloridas de las existencias humanas. Entre una y otra, la vida es nuestra.
El punto está determinado: hay reminiscencia austral en el verde y magnetismo lunar en el índigo. Carga solar en todos los sonidos de una experiencia amarilla. Aurora floral en primer plano. Momentos de gracias, tomando por asalto la biotecnología forestal de lo divino.
Rael Salvador
Crítico de arte
Ensenada, Baja California,México,2006
“El Oro de América”
En el hall de la Legislatura provincial viene exhibiéndose desde días atrás una colección de pinturas que su autora, la artista Angélica Rochon nuclea con el denominador de “El oro de América”. Se trata en este caso de una muestra temática integrada por trabajos de configuraciones que oscilan entre la figuración y la abstracción constantemente, girando en torno a la idea mítica del esplendor de las culturas precolombinas. En estos trabajos, el mentado oro se trasunta en una constante apelación plástica al tinte del color amarillo, saturado y desaturado a voluntad y en función de aquello que se quiere representar con elementos ocasionalmente simbolizados. Una sensación de cuadro elaborado como ilustración de una idea preconcebida o un sentimiento preexistente subyace en toda la muestra, cuya incuestionable calidad de realización técnica prevalece por aquello que se quiere expresar
Domingo Sahda
Crítico de arte
Noviembre de 2008
Santa Fe Argentina
"Juego de Hilos y Formas"
"En el principio había el Verbo, la Palabra, dice San Juan al prologar su Evangelio...en el principio hubo la línea, podría comenzarse a prologar ese otro evangelio laico que son las artes plásticas, interpretando ese término etimológicamente, es decir como “la buena nueva”, como un mensaje, hasta incluso como una base doctrinaria.En el principio hubo la línea, pues fue la línea la primera impronta que posiblemente nuestro antepasado cavernario registró en la roca de la cueva que habitaba, con signos hoy indescifrables, con dibujos rupestres que aun hoy maravillan por su fidedigno realismo, por su perfección dibujística, por su misterioso simbolismo...y todo eso, sin maestros, sin docencias previas, sin escuela referencial alguna en la cual inspirarse...desde sus manos, la magia del arte brotó, trastocando las palabras, por arte de magia.En esta nueva etapa de la polifacética visión creadora de Angélica Rochon, también la línea inicia este actual momento de su mutable universo pictórico, y la línea se torna filamento, y se multiplica en hilos solitarios que luego se buscan casi estereoscópicamente entre ellos, y constituyen así hebras que se rozan, que se entremezclan en sus fibras, que conforman sutiles e imprecisas urdimbres que atrapan eventuales formas espaciales, integrándose a ellas, y las deforman, e incluso a veces las aniquilan, y hasta las devoran.Y los hilos de Angélica prosiguen interactuando entre sí, se enmarañan, van adquiriendo tenues formas propias...mientras tanto, aquellas formas primigenias que lograron poder sobrevivir, en parte liberadas ya de las líneas maternas por haber adquirido por sí mismas una organización independiente, reviven ahora en libertad, y vuelven a recuperar la identidad individual que habían perdido.Y la trayectoria pictórica sigue avanzando...el continente físico se empequeñece, pero al contactarse sus diversos elementos a la vez se engrandece, y sus partes, como átomos coloreados, se ensamblan en moléculas grisáceas, o sombrías, o terrosas, configurando una totalidad fragmentada pero al mismo tiempo coherentemente unida.Luego, esos microcosmos adheridos entre sí optan por reintegrarse corporalmente, y se tornan grandes espacios estelares, donde la luminosidad de los verdes espaciales reemplaza a los tonos austeros, neutros, tenues, de los miniuniversos precedentes.Finalmente, como corolario cromático y dibujístico, la verdosa trilogía cósmica se despluraliza, y se individualiza en un sistema planetario único, que gira en torno a sí mismo, en una búsqueda interior en la cual caben todas las líneas, todas las formas, todos los colores primigenios que inauguraron esta fascinante serie.En el principio de esta serie pictórica de nuestra artista hubo la línea, una etérea línea trazada diestramente con un lápiz asimilado a los tizones y grafitos que usaba el ancestro troglodita, línea carbonosa que luego se transfigura en tinta como la empleada por los miniaturistas medioevales, para concluir al fin en la policromada modernidad de los acrílicos.La muestra es, realmente, un atávico viaje retrospectivo, que partiendo desde la simiente del arte plástico alcanza en esta obra la fructificación esperada, concretada en forma magistral, desde los inciertos orígenes hasta el incierto destino del ser humano.""..
Pablo Miquet
Escritor Ceramista Venado Tuerto,Noviembre de 2009
"Recuerdos de la Naturaleza antes de la Destrucción"
Destrucción es una palabra que aprendemos con dolor, con desesperanza; arranca gemidos de la soledad.
Pero la naturaleza no la conoce, no le interesa, no sabe de tiempo, ni de utilidad, no discrimina latidos; a ella no le importa la criatura que la perturba, ni aquella a la que el paisaje embelesa.
Entonces: apresa ese paisaje que puedas evocar y átalo a otro recuerdo, para que cueste arrastrarlo fuera de ti. Hiere con ellos, la tela o el papel sensible a la luz, sin hesitar, como crujen indiferentes las placas tectónicas, o expulsa lava el cráter para que lo que era, sea luego gris.
Solo así la vencerás. Hazlo Angélica: barniza a traición la costa barrosa en Maggiolo, con el sol de Colima, confunde sus humedades en nuestra respiración. Suprime, si te animas, los colores, del mismo modo que Ella lo
hace, en el crepúsculo, y reinventa el verde, el rosa y el celeste, allí adonde su finitud los hace solo nuestros.
Déjanos ser tus cómplices, que tampoco lo sabrá.
La vegetación exótica de las pinturas pertenecientes a la primera etapa de la obra que nos ofrece Angélica, tiene la intensidad cromática de la vigilia, del sueño tenue en el sopor de una siesta, en el que reaparecen detalles de manera impertinente. Es inevitable viajar con el ojo a través de la tela, y volver a pasar por el mismo lugar, sin pretender encontrarle sentido.
La pincelada que proclama la perfección de una hoja, combinada con palabras, chorreadura y veladuras, nos enredan en una confusión entre lo que es, será o pudo ser, entre el porqué de esa imagen, justo ahora, y el adonde de la evocación.
La obra de su segunda etapa, por el contrario, pretende nuestros ojos abiertos, fijos en el centro, captando todos los detalles sin recorrer la imagen, sin dividirla. Ya es una parte, debe aceptarse y aprehenderse “de una”, para que llegue sola, la sensación de totalidad.
No hay más tiempo disponible para esos troncos, raíces y follajes, el tiempo ya pasó. La forma en que Angélica metamorfosea estos puntos focales, dándoles un efecto fotográfico mediante el claroscuro, sentencian un descuido pretérito nuestro, frente a la prodigalidad que se nos ofrecía y no la tomamos. Nos castiga con lo irreversible. Hay una visión trágica de la transformación, expresada en el paisaje: luz y sombra, vida y muerte.
Su tercera etapa es la que da el nombre a esta muestra y tal vez sea porque esta también suma a las anteriores, mezclando el recuerdo, el sueño, la realidad material y la tragedia, que junto al agua y el aire componen la vitalidad.
Pero si esta muestra quiere alertar sobre el maridaje humano con la destrucción, pulso inimputable de Gaia, hacía falta incorporar la dimensión: hombre-mujer, pequeños ante tanta majestuosidad, pequeños ante la indiferencia del nudo de un tronco, que no nos esperó para ensombrecerse.
Mediante pintura, fotografía intervenida y video, Angélica recurre a la naturaleza, para documentar nuestra oportunidad.
Daniela Zattara
curadora,Buenos Aires, 2010
"History of the Earth in Black and White"
An observer of nature. To understand Angelica Rochon's work we need to talk about nature and how she connects to her environment, the country side of Argentina. Rochon's new body of work is a narrative global history told through drawings, installations, objects and paintings that tell stories and make connections with the collective mind. Rochon describes the most important events and fundamental stages in the development of planet Earth from its formation to present. Her organic forms are monochromatic; she focuses on travel back on time, travel to imaginary places and seeing how they change over time. These series explore the key developments in Earth's history, from ancient to more recent events; some lines, writings and objects will be familiar, while others are equally fascinating, but less known. With each stroke she is engaging the historical conditions of these times, emphasizing the "return to nature". Her drawings and written messages on the work and installation are an explosion of inspiration from nature. Her forms are an inevitable artistic response to an increasing awareness of our environmental impact on the natural world. Her very unique ways of fluidity with a rhythmic movement, take the viewer to a long journey with unexpected connections and universal themes. This exhibition gives the viewer a sense of how she creatively organizes her life into nature, using thoughts like sadness, confusion, life and death".
Marisa Caichiolo
BBAF, Building Bridges Art Foundation, Los Angeles, USA
"INTERVENCIÓN TIERRA/PERCEPTIBLE &IMPERCEPTIBLE"
Una observadora de la naturaleza : parte II
" Intervención Tierra-Perceptible & imperceptible "
Continuación de la "Historia de la Tierra en Blanco y Negro"
"En un intento de hacer perceptible, lo imperceptible , Rochon , una vez más con esta serie continúa abordando sutilmente el tema de la percepción de la naturaleza.
La percepción en un sentido de organización, identificación e interpretación.
Para entender la obra de Angélica Rochon tenemos que hablar acerca de la naturaleza y de cómo ella se conecta con su entorno en Argentina.
En esta secuencia de pinturas con una paleta limitada,explora el espíritu innato de su entorno natural y de su yo interior .
Rochon está organizando, identificando e interpretando la información sensorial que recoge con el fin de representar y entender su propio entorno, esto lo traslada en forma de mensajes a su obra como piezas microscópicas parte de un todo .
El trabajo de Rochon es una historia global narrativa que describe y analiza una serie de eventos particulares que se produjeron en la antigüedad en Australia con la conexión entre otras civilizaciones (existentes en el universo) y la naturaleza.
Ella continua experimentando con técnicas mixtas, instalaciones de cerámica y calendarios antiguos de Mexico para contar historias y hacer conexiones con la conciencia colectiva.
Basada en la experiencia de la realidad, cada obra es un dialogo y contemplación del cielo a la tierra, un ecosistema cosmogónico con un valor universal.
Los ciclos naturales, la escala y las texturas de las formas naturales le dan el sabor a la obra de Rochon.
Comprender la naturaleza y crear un diálogo diluyendo los límites entre la identidad y la experiencia es la esencia misma de su trabajo.
En su obra Perceptible II con cada movimiento ella se adapta a las condiciones de estos tiempos , haciendo hincapié en "volver a la naturaleza", al retorno de la percepción.
Con formas orgánicas que se asemejan a un nido , fusiona la vida y la energía ,nos lleva al principio, a las ramas de lo primario y a las raíces de la historia.
Rochon nos deleita con estas nuevas formas creando un mural , de cerámica, donde sugirió casi geográficamente , que el color es evocativo, donde los ocres y sienas están distribuyendo la oxigenación en la pieza y la manifestación de la textura.
Estas piezas son simples pero intensas , y nos dan la sensación de una antigua civilización que infiltra códigos a los humanos modernos con el fin de salvar a este singular y extraordinario planeta .
(*) BBAF, Building Bridges Art Foundation, Los Angeles, USA
Marisa Caichiolo
"History of the Earth in Black and White"
An observer of nature. To understand Angelica Rochon's work we need to talk about nature and how she connects to her environment, the country side of Argentina. Rochon's new body of work is a narrative global history told through drawings, installations, objects and paintings that tell stories and make connections with the collective mind. Rochon describes the most important events and fundamental stages in the development of planet Earth from its formation to present. Her organic forms are monochromatic; she focuses on travel back on time, travel to imaginary places and seeing how they change over time. These series explore the key developments in Earth's history, from ancient to more recent events; some lines, writings and objects will be familiar, while others are equally fascinating, but less known. With each stroke she is engaging the historical conditions of these times, emphasizing the "return to nature". Her drawings and written messages on the work and installation are an explosion of inspiration from nature. Her forms are an inevitable artistic response to an increasing awareness of our environmental impact on the natural world. Her very unique ways of fluidity with a rhythmic movement, take the viewer to a long journey with unexpected connections and universal themes. This exhibition gives the viewer a sense of how she creatively organizes her life into nature, using thoughts like sadness, confusion, life and death".
Marisa Caichiolo
BBAF, Building Bridges Art Foundation, Los Angeles, USA
"INTERVENCIÓN TIERRA/PERCEPTIBLE &IMPERCEPTIBLE"
Una observadora de la naturaleza : parte II
" Intervención Tierra-Perceptible & imperceptible "
Continuación de la "Historia de la Tierra en Blanco y Negro"
"En un intento de hacer perceptible, lo imperceptible , Rochon , una vez más con esta serie continúa abordando sutilmente el tema de la percepción de la naturaleza.
La percepción en un sentido de organización, identificación e interpretación.
Para entender la obra de Angélica Rochon tenemos que hablar acerca de la naturaleza y de cómo ella se conecta con su entorno en Argentina.
En esta secuencia de pinturas con una paleta limitada,explora el espíritu innato de su entorno natural y de su yo interior .
Rochon está organizando, identificando e interpretando la información sensorial que recoge con el fin de representar y entender su propio entorno, esto lo traslada en forma de mensajes a su obra como piezas microscópicas parte de un todo .
El trabajo de Rochon es una historia global narrativa que describe y analiza una serie de eventos particulares que se produjeron en la antigüedad en Australia con la conexión entre otras civilizaciones (existentes en el universo) y la naturaleza.
Ella continua experimentando con técnicas mixtas, instalaciones de cerámica y calendarios antiguos de Mexico para contar historias y hacer conexiones con la conciencia colectiva.
Basada en la experiencia de la realidad, cada obra es un dialogo y contemplación del cielo a la tierra, un ecosistema cosmogónico con un valor universal.
Los ciclos naturales, la escala y las texturas de las formas naturales le dan el sabor a la obra de Rochon.
Comprender la naturaleza y crear un diálogo diluyendo los límites entre la identidad y la experiencia es la esencia misma de su trabajo.
En su obra Perceptible II con cada movimiento ella se adapta a las condiciones de estos tiempos , haciendo hincapié en "volver a la naturaleza", al retorno de la percepción.
Con formas orgánicas que se asemejan a un nido , fusiona la vida y la energía ,nos lleva al principio, a las ramas de lo primario y a las raíces de la historia.
Rochon nos deleita con estas nuevas formas creando un mural , de cerámica, donde sugirió casi geográficamente , que el color es evocativo, donde los ocres y sienas están distribuyendo la oxigenación en la pieza y la manifestación de la textura.
Estas piezas son simples pero intensas , y nos dan la sensación de una antigua civilización que infiltra códigos a los humanos modernos con el fin de salvar a este singular y extraordinario planeta .
(*) BBAF, Building Bridges Art Foundation, Los Angeles, USA
Marisa Caichiolo
Curadora, Los Angeles,USA,Octubre, 2013
"1999 El Oro de América 2014"
“El título de la muestra no es casual, tampoco es un recorrido temporal de la obra de Angélica Rochon. Es simplemente el cierre de una reflexión que comenzó plasmando el oro y el rojo en su idea de la América precolombina y su vibrante mundo de color y sangre”.
“Rochon llegó al fin de su propio relato que comenzó con imágenes atrapantes repletas de las leyendas de moches y chimúes, y su aciago final. En el comienzo, el juego del color atrapa, deslumbra, nos remite a historias mágicas. Y cuando parece tener un final casi anunciado, Angélica nos revela de que no son episodios aislados; el horror de la muerte, del poder que todo lo devora y que se repiten con obsesión humana, que la llevo a trabajar otras formas y enriquecer su propia experiencia con materiales, colores y formatos distintos”.
“Revelación que la sangre y el oro no bastan para alimentar el desmedido hambre de poder, llega a más y lo cuenta en sus papeles, sus grises, sus trazos que parecen llamarnos para pedir que escuchemos el susurro del mundo que se apaga, crónicas perdidas”.
“Angélica Rochon nos muestra cuáles son sus caminos y cuáles son sus maneras de plasmar sus sueños. Trabajo constante y compromiso más allá de toda circunstancia presente en el mundo del arte. Fiel a su propia historia, nos entrega su reflexión y su trabajo. El rojo y el oro se apagan, pero persiste la crónica de un desamparo, trazos sueltos, mensajes olvidados, recortes de una historia que no tiene fin previsto”.
Arq.Marcelo Olmos
curador
Rosario,Noviembre de 2014
"1999 El Oro de América 2014"
“El título de la muestra no es casual, tampoco es un recorrido temporal de la obra de Angélica Rochon. Es simplemente el cierre de una reflexión que comenzó plasmando el oro y el rojo en su idea de la América precolombina y su vibrante mundo de color y sangre”.
“Rochon llegó al fin de su propio relato que comenzó con imágenes atrapantes repletas de las leyendas de moches y chimúes, y su aciago final. En el comienzo, el juego del color atrapa, deslumbra, nos remite a historias mágicas. Y cuando parece tener un final casi anunciado, Angélica nos revela de que no son episodios aislados; el horror de la muerte, del poder que todo lo devora y que se repiten con obsesión humana, que la llevo a trabajar otras formas y enriquecer su propia experiencia con materiales, colores y formatos distintos”.
“Revelación que la sangre y el oro no bastan para alimentar el desmedido hambre de poder, llega a más y lo cuenta en sus papeles, sus grises, sus trazos que parecen llamarnos para pedir que escuchemos el susurro del mundo que se apaga, crónicas perdidas”.
“Angélica Rochon nos muestra cuáles son sus caminos y cuáles son sus maneras de plasmar sus sueños. Trabajo constante y compromiso más allá de toda circunstancia presente en el mundo del arte. Fiel a su propia historia, nos entrega su reflexión y su trabajo. El rojo y el oro se apagan, pero persiste la crónica de un desamparo, trazos sueltos, mensajes olvidados, recortes de una historia que no tiene fin previsto”.
Arq.Marcelo Olmos
curador
Rosario,Noviembre de 2014